miércoles, 29 de septiembre de 2010

Conservacion del kefir

Conviene lavar el nódulo y el recipiente con agua una vez por semana como mínimo.
Debemos preservarlo de excesos de frío o de calor, lo ideal es la temperatura ambiental, ya que a más calor se acelera el proceso y con frío se retarda.
Para hacer el proceso de fermentación más lenta, en caso de estar unos días sin tomarlo, se puede poner en la nevera.
Si se va a estar más de una semana sin tomarlo, se pueden conservar los nódulos en agua y en la nevera (es muy útil cuando tenemos que ausentarnos 3 ó 4 días). Para reactivarlos se pueden dejar 2 ó 3 días con la misma leche.
Si vamos a estar más tiempo de vacaciones, deberemos escurrir bien los nódulos, secarlos y congelarlos, introduciéndolos en un bote hermético no muy grande y metiendo éste en otro bote mayor, de esta forma aguantará varios meses. Después se deberán descongelar muy poco a poco poniéndolo previamente en la nevera y rehidratándolo con agua mineral y azúcar unos días antes de su consumo. Si después de este proceso de congelación observamos que los nódulos no crecen como lo hacían anteriormente, los primeros días se pueden dejar más de 24 horas en leche y cambiársela por leche algo templada, para ayudarle en el proceso de recuperación.
Para almacenarlos en períodos de 12 a 18 meses, enjuagar con agua corriente para lavarlos bien y colocarlos extendidos entre dos paños o papeles absorbentes y dejarlos secar durante dos días en lugar ventilado. Cuando estén completamente secos envolverlos en papel y recubrirlos con papel de aluminio. Guardar en lugar fresco y seco.
Posteriormente para reactivarlos, sumergirlos en agua durante una noche y a la mañana siguiente escurrirlos y dejarlos con poca leche. Aumentar la cantidad de leche cada día hasta obtener el volumen deseado.

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